miércoles, abril 18, 2007

En el 5

Hay algo que aquí se condensa, exactamente entre el comienzo de la cara interna de mis paletas superiores y el fin del lado posterior de mi velo paladar.¿Qué formas adquirirá ésta inflamación?. Se resbala en una lárgima impúdica que en vano intento pretende esconderse de los pasajeros del colectivo número 5. El filo de un vidrio de una botella rota ante el aniquilamiento imposible. Su muerte, un anhelo atroz. Un reproductor de mp3 entre medio de los senos de una señorita que duerme el cansancio del día sobre la ventanilla. Plaza once, recién en plaza once. “Falabella freeshop”, se lee en una tirita que cuelga de de su muñeca. Los bolsos me rosan y promueven la queja. El coreano y su cerveza fría, mi destino. Le he denegado una moneda a un lumpen, pienso en la revolución. La Honestidad? Sinceridad?...si me habitan las calumnias y los imposibles… se disputan un espacio, el de la aberración… Una escena. Sólo se ve una sábana en el zigzagueo rítmico vergonzoso de una masturbación nocturna. Carla le implora a los cielos, acabar. Con todo, con ella o con él, da lo mismo… unificaría un deseo. Unificar para Carla es el ensamblaje inédito e imposible, que añora en sus amores, así como en sus convicciones. Se da tiempo y volvería una y otra vez al espejo a encontrar otra que no fuera ella.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Pobre Carla. ¿No sabe que unificar es perderse de la variedad? En la variedad está el gusto. Como en los colectivos, por ejemplo.

Salutes!

9:27 a. m.  

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