domingo, abril 01, 2007

Al Pelado NO

En el día de las librerías, el pelado Telerman, bien acorde a su militancia pro-culturalista, hizo proliferar actividades en la calle Corrientes. Decidí ir al homenaje de Rodolfo Walsh llevado a cabo en la librería Hernandez, a razón de la conmemoración de los 30 años de su fallecimiento, así como de la publicación del libro La Palabra y la acción, de Eduardo Jozami. Retrasada 15 minutos, entre un tumulto de personas, me informaron que no quedaban localidades- está agotada la capacidad y por razones de seguridad no podemos dejar ingresar más gente- me anunció un petiso que sudaba la gota gorda por la manada de gente que pretendía descender la escalera. Una pomposa señora preguntó si no se podía escuchar desde arriba. – No, pasa que el gobierno no garantizó el sonido- contestó el hombre con decepción. Me asomé y vi que no era demasiada la gente que sobresalía del auditorio por lo que le pregunté al señor si cabía la posibilidad de ingresar dado el caso de que se retirara gente. Con aires desesperanzados me dijo que el espacio era muy limitado. Persistí y me dediqué a aguardar y entretanto, a disfrutar el mareo de la cerveza. Cuestión que, entre la multitud se abre paso jocosamente nada más y nada menos que el Gobernador de la Ciudad, con claras intenciones de participar del evento. A medio paso mío miré con desprecio a Telerman y le clavé los ojos al petiso recordándole su sentencia “… por razones de seguridad…”…así fue que, por razones de seguridad, el Jefe de Gobierno NO ingresó a la conferencia y yo, con mi perseverancia y paciencia de abuela tejedora, sí, luego de 4 personas abandonaran el lugar.
Alcancé a oir el final de la intervención de uno de los panelistas que parecía haberse salteado 2 décadas de la historia Argentina dado que se dedicó puramente a asociar estilísticamente a Walsh con Manuel Puig y con Ricardo Piglia, entre otros. Finalmente, le llegó el turno a Jozami. Su síntesis histórica fue concisa y abarcativa. Allanó una presentación prolija del personaje de Walsh, partiendo de la presunta dicotomía escritor-militante de izquierda y poniendo sobre el tapete las contradicciones que perturbaban o al menos, que ameritaban copiosas páginas en el diario de Walsh por ese entonces. Su conclusión: ni la obra literaria de Walsh debía ubicarse a contrapelo de su accionar político, ni ésta última ir en detrimento de la primera. ¿Por qué éste libro hoy?: Porque afortunadamente en ésta época se puede hablar más de aquella época.. ¿Y qué otra cosa querían oír ustedes en el electoralista día de Telerman en boca del oficialista de Jozami?. Eso no fue todo, porque si hasta aquí hubiera llegado…el intelectual a favor de la libertad de expresión y de retomar ciertas reivindicaciones de los personajes de los 70 proliferan a mansalva en las librerías, en las radios, etc…. Pero decir que “es también una época en que se están enjuiciando a los represores de aquella época” sin mencionar que uno de los testigos en aquél juicio está DESAPARECIDO, hace agua a la fidelidad que podría otorgarle a su vida y obra…porque mientras la tarea del intelectual sea recuperar la eticidad de ciertos íconos de la historia, sin resolverlo en una propuesta para el contexto actual que nos toca vivir, la permanencia de un sistema cruento y excluyente sigue amenazándonos.
De todos modos, Jozami sí tiene una práctica política. Eduardo Jozami es abiertamente kirchnerista. En el 2005, encabezaba un espacio denominado “Frente para el Triunfo Popular” que tuvo amplias tentativas de participar de la candidatura de Bonasso en el 2005 para ingresar como legislador porteño.
En síntesis, conforma uno de los tantos espacios hoy por hoy existentes, que intentan ser el brazo de izquierda del kirchnerismo, tales como Barrios de Pie, Patria Libre, entre otros, que cabe destacar, son un número importante.
La discusión que continúa es netamente política…¿ahí estaría Walsh?. Hacer proyecciones futuristas de éste tipo es ridículo, pero yo diría que NO.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo diría que tampoco, absolutamente, pero quién sabe. Tal vez, con los años, Walsh se hubiera convertido en uno de estos tantos "revolucionarios, sí, pero en la memoria", porque viste, ahora está de moda esto de la memoria, y mejor no hablar del presente: el pasado siempre es más cómodo y se presta más a quedarse quietito y calladito. No sé qué hubiera pasado con RW, en verdad, pero tuvo la ¿suerte? de morirse a tiempo, para no tener que optar entre el ostracismo y la vergüenza.

6:15 p. m.  
Blogger Laleft said...

A mí la ética me la enseñó mi mamá. Los intelectuales me enseñaron a escuchar a mi mamá.
(Qué sorpresa leerle otra vez, dicho sea de paso).

11:18 p. m.  

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