domingo, abril 10, 2005

La vida acuática

  • En caso de estar con fiaca lectora, adviertan las expresiones en negrita

Comandada por impulsos irreverentes a no ir a ver las predilectas movies taquilleras, yanquilescas o europeas, con correspondiente aval crítico, sumergida en caprichos y pálpitos vanguardistas de darle chances a las minorizados, despojados proyectos cinematofráficos, me entregué con una confiaza absoluta a la proyección de The life acuatic with Steve Zissou traducida como "La vida acuática", cuarta y última producción de Wes Anderson, para salir con la peor impresión fílmica de lo que va del año y una iracunda decepción.
Había fichas en juego que parecían más que prometedoras y que al menos alejaban la proposición de un fracaso rotundo: El antecedente de su fabulosa master-piece que fue The royal Tenembaums ( Los excéntricos Tenembaums) cuya estética fue una bocanada de aire fresco en campo anglosajón, cuyas imágenes y personajes oscilantes entre lo fantástico y lo absurdo tenían un peso anímico conmovedor. Personajes extravagantes que eran expresión poética de cualquier sufrida normalidad, con una Gwyneth Paltrow que azora y hiela, y en sí unas actuaciones impecables que configuraron un puzzle estupendo.
La otra carta fuerte era el protagonismo de Bill Murray, cómico respetable, que venía de un acierto dramático con pleno charming enternecedor que fue Lost in translation (Perdidos en Tokio). Estas dos variables, en mí, generaron la expectativa de un peliculón. No podría haberla pifiado más.
La dirección de la película es calamitosamente mala. Uno en verdad siente pena por los actores con potencial librados a un guión que merece ser diezmado en todo aspecto: La trama es una ondulación, un camino sinuoso que no se sabe a qué coño aspira, las conversaciones se tambalean entre una profundidad de sentido, que por momentos pareciere abordar el padecimiento psíquico y peso familiar, y bromas carentes de gracia y significado alguno. Dos lógicas disímiles que para lograr ser abigarradas de forma compacta en la creación de un guión (logrado ello, éxito asegurado) requieren de una efectividad que el director/guionísta demostró poseer y explotar brillantemente en The royal tenembaums tanto como carecer de ella en su última película. La verdad es que Anderson buscó una temática alocada per sé, para mantenerse dentro de las filas de la cinematografía no oficial y le salió un mamarracho. La película contiene todos los ingredientes para ser considerada una mala película. Lo que pretende ser gracioso no lo es. Nada tiene que ver con nada. Los sucesos que se desarrollan no son funcionales a la trama y ni siquiera de por sí, unitariamente, son atractivas en sentido poético, sexual, divertido o emotivo. En todo éste mejunje, el director intenta peculiarizarla mediante sus condimentos freak tales como el uso de un hábitat marino, los uniformes celestes ridículos, la reiterada imágen de un brasilero cantando bossa, disparos y muertes injustificadas, sexo con una embazarada. Tiro por la culata: se necesita más que excentricidad y disparates para lograr una buena película.
Lo único que me contuvo de retirararme de la sala fue la inversión de 6 queridos pesos, el pobre de Bill y un arranque sadomasoquista de verla entera para poseer luego argumentos suficientes para defenestarla. Tarea realizada. Ni siquiera se tomen el trabajo de verla para corroborar mi enfoque peyorativo. No lo vale.

6 Comments:

Blogger Eva Bntz said...

cualquiera va a verla ahora.
A mi me pasó algo parecido con "2046" , me había encantado la de "DEseando amar", ademas tenia un crítica de 10, asi k el exito parecia asegurado. Al final , mi decepción fue absoluta, estuve a punto de marcharme por 1ª vez en mi vida de una sala de cine. Si quitamos la estética, musica etc, la historia me parecio una tomadura de pelo, donde nunca pasaba nada. en fin, q fiate tu de loas críticas y los críticos profesionales

4:28 a. m.  
Blogger anairam said...

qué nos queda cuando el llamado cine alternativo (a veces con acierto y otras con ingenuidad) nos decepciona tan ampliamente? Porque ya se ha comprobado que no hace falta repetir fórmulas y formatos de películas absolutamente pedorras, digamos, para que un film sea malo, aburrido, confuso, estúpido, etc.
Es una lástima que las ansias de separarse del cine convencional converja en proyectos sin sentido que parecen una burla a la capacidad de apreciación ética y estética de los espectadores deseosos de un cine renovador que les colme el alma o al menos un pedacito de ella.
Vengo experimentando este tipo de desilusiones hace tiempo ya, en muy variados contextos y espacios culturales, es entonces cuando me pregunto si es posible un cine vivo, con ideas originales y una mirada alejada a la que utilizan las grandes productoras en sus narraciones convencionales y repetitivas, un cine que nos colme con su belleza visual y nos movilice las entrañas (sí, las entrañas)? Eh? Otro cine es posible? y cuando me hago esta pregunta me avivo que ya no estamos hablando sólo de cine, que en esta disputa se ponen en juego otros factores, se sabe que el cine también crea imaginarios sociales y bla bla bla
Pero como aún soy una jovencita con aires esperanzados no he perdido la ilusión y espero poder encontrar una respuesta alentadora.
El festival de cine que empieza mañana tal vez nos de algunas pistas. Ya sé, ya sé, se puede cuestionar si es verdaderamente independiente el bafici, se le pueden hacer muchas críticas con respecto a organización y criterios de selección, pero ya es un buen cambio que hayan volado a Quintín de su eterno reinado como organizador del festival. Será cuestión de seguir intentando hasta donde nos de la retina, los morlacos y la paciencia.
La pucha que se ha hecho largo! Bueno, tan solo me resta anunciar con alegría que en el marco del ya nombrado festival proyectarán la última creación de Godard, con lo cual yo al menos sé que de esa no saldré desilusionada. La peli se llama “notre musique”.

sabé disculpar mi extensión y recibe mis saludos

12:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Yo no hubiera sido tan dràstica (què palabra tan mona), pero sì me desilusionò encontrarme con un fax borroneado de "The Royal Tenembaums", pelìcula que amè con amor de madre primeriza.

Laralalalalala (Perdòn, estoy tarareando una canciòn de Panza)

6:11 p. m.  
Blogger '-.-' said...

bien, si, no, no leí todo, pero entendí muy bien que no tengo que ver esa película. Gracias por no hacerme perder el tiempo ;)


salud!-.

10:22 p. m.  
Blogger Rebecca Milans said...

uuuuaauuu !!! no te gusto nadita...yo pensaba ir a verla pero ahora voy a pensarlo, igual el cine malo me entretiene algunas veces. ¿ sos critica de cine ?

10:23 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Sin duda "The royal Tenembaums" es una pélicula brillante...de las mejores que he visto, incluso puedo decir que es mi pélicula predilecta. Así que en eso te doy la razón, pero encuanto a "life aquatic" siento no dartela, creo que no la has entendido,lo cual me parece extraño que puedas entender una y la otra no ya que sigue siendo la misma mirada,la misma esencia que en los tenembaums, irónica, dramática, melancólica incluso extravagante en ocasiones.
La dirección es casi perfecta, los planos, la música, los personajes llenos de carisma, los detalles minuciosos, etc , seria imposible que un mal director hiciera unos planos secuencia tan incribles, como por ejemplo cuando describe el barco, y va pasando por todas las habitaciones (en un plano secuencia brutal) o cuando entran en la isla para ir a buscar al que han secuestrado.
Por último quiero decir que Bill Murray, el Gran Bill Murray, más que un actor cómico es un actor dramático, se le conoce mejor por papeles cómicos pero sus grandes trabajos son personajes totalmente drámaticos. Cito algunos films para demostrarlo: Flores Rotas, Lost in Translation, coffee and cigarrettes, Rushmore y por supuesto en the Royal Tenenbaums

9:04 a. m.  

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