martes, marzo 22, 2005

Peripecias ascensorísticas ( again )

Ël no predijo las chances de toparse con una vecina en el instante en que bajó a abrirle a alguien en su bronceado cuero. Su vecina tampocó lo hizo cuando de improvisto descendió, también a despedir compañías, en minifalda y una obsena remera de breteles grotezcamente disimulados, sin sostén de por medio.
Dada ésta yuxtaposición de variables casuales y oscilantes, terminamos en lo que bien podría catalogarse como escena pornográfica por excelencia. Empleé todo mi empeño en no notar la blanca banda elástica del boxer que sujetaba sus caderas, al menos en que no se notara que lo notaba. Creo que le sucedió algo similar con mi despechado escote. Sumergidos en esa vizcosa incomodidad, él decidió hacer algo por esa tan in-deseada circunstancia y ejecutó un –Hace mucho que vivis aca?. -toda la vida- respondí con ligereza. - ah, yo por ver gente jóven, viste? -agregó. El arribo a su piso nos libró de la continuidad de ese plástico, incípido cruce verbal. –igual, no te preocupes que vivo con dos viejos de 60- le dije apoyando mecánicamente mi mano sobre su omóplato desnudo, a modo de despedida. Rió. Ni bien arrancó nuevamente el ascensor me quedé pasmada, azorada, rebotando contra ese acto fallido consumado; La premeditada contención de mis articulaciones durante esa vertiginosa situación física se hubo, finalmente, visto dilatada en ese (absolutamente innecesario, imbécil!) gesto reflejo e insignificante saludo.
Volvimos a cruzarnos días después cuando...






La presencia de un tercer objeto innanimado, su bicicleta, nos evitó la repetición de otra intolerable situación ascensorística.

5 Comments:

Blogger Eva Bntz said...

eeey me encantó!
me recuerda a una situación espeluznate k viví en el rellano de mi piso, ya lo contaré en otra ocasión.
saluditos

6:40 a. m.  
Blogger Fran Lopez said...

Siempre viví en la misma casa y siempre quise tener vecinos.
Digo, hay gente que vive en mi msima cuadra, o en la casa de arriba (es un bonito PH chorizzo, esto donde vivo), pero no tengo "vecinos".

Valorá más tus viajes en acensor, purreta: nos empujan al contacto humano del tipo más mejor (como bien ilustra tu anécdota) y son un gran lugar de besuqueo, si el acompañante acensoril es propicio...

10:42 a. m.  
Blogger anairam said...

qué genial vivencia
yo, al igual que el arriba mío firmante (al que podría considerar mi vecino, por lo vertical de los comments), siempre he vivido en casa, por lo cual este tipo de historias siempre me cautivan.

el ascensor, las reuniones de consorcio, el piso compartido, son todas buenas excusas para estrechar los lazos vecinales. Aunque debo confesar que el ritual de mate en la vereda y charlar con los viejitos a la tarde también tiene su encanto.

saludos, camil!

11:10 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Claro, las bicicletas siempre te salvan la vida en un situaciòn ascensorìstica.
Deja vù ¿No era una publicidad de Cigarrillos o Chocolate Tofi?
Chocolates Tofi. Tengo veinticuatro mil años.

2:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

¿Por què escribì cigarrillos con mayùscula?
Dios...

2:50 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home